Cumplió con todas las expectativas. Era su primer show discotequero en nuestro país y además su cumpleaños. Y es que la ex recluta Mariela Montero salió cerca de las 3.30 de la madrugada a animar la noche capitalina en Planet TV, donde hizo bailar al público y hasta se mandó un sensual baile de reggaeton con un asistente.
Todo iba bien, hasta que la música se detuvo y se anunciaba un regalo inesperado por su cumpleaños. Cuando todos pensaban que entraría Pablo Shilling que actualmente se encuentra encerrado en Calera de Tango, apareció un modelo con atuendos miliares llamado Cristián que era igualito al musculoso maniquí. Con un ramo de flores y con una torta le comenzó a cantar por el aniversario de su nacimiento.
Uno de los que estuvo presente durante la presentación, fue el también trasandino Hernán Cabanas. El pololo de Luli la acompañó en su debut “para que se sintiera apoyada por un argentino”, dijo el ex chico Yingo quien comentó que conoce a la morena hace dos años y los une una linda amistad.
Cuando el show finalizó, Montero habló con la prensa y reconoció que “estoy muy sorprendida por el cariño que los chilenos me han dado, en todos lados me dan buena onda y eso me hace sentir muy cómoda en este país”. Además señaló que el único regalo de cumpleaños que desea en su día es ver a su enamorado, cosa que estaría barajando con la producción de Pelotón VIP no descartando que se produjera un segundo encuentro privado con su pololo.
Con respecto a su estadía en nuestro país, dice que todo dependerá de las ofertas laborales y el desarrollo de su relación con Shilling. Ha trascendido que actualmente posee dos atractivas ofertas de trabajo, la primera sería su reingreso a la base militar y la otra un poco más lejana su incorporación a Fiebre de Baile 2.
“La verdad es que si me quedó en Chile es por amor, estoy muy enamorada de Pablo y eso me tienta a permanecer aquí”, dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Cuando ya se retiraba mandó saludos a sus suegros que la han acompañado en su estadía en nuestro país y como según ella misma reconoce: “me llaman todo el día para saber cómo estoy”.
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